Preparacion del Terreno
CAPITULO DOCE. 
PREPARACIÓN DE 
LA 
SEMENTERA. 
El 
barbecho profundo y el arado de subsuelo si no practican en la primavera tienen 
por resultado la disminución do las cosechas,  y muy especialmente 
si este trabajo se hace poco antes de las siembras. 
Al 
voltear la tierra, como hemos visto, el aire y la materia vegetal se mezclan y 
la acción capilar, de que hablaré más adelante, queda 
interrumpida. 
El 
barbecho de Otoño (Octubre o Noviembre) se hace a una profundidad de veinte a 
veinticinco centímetros, o más si es posible y durante los cuatro o cinco meses 
que media entre el barbecho y siembra, la vegetación que se enterró con el arado 
sufre una completa descomposición y se convierte en humus, y la acción capilar 
con el subsuelo se restablece. 
Este 
trabajo es desempeñado por la Naturaleza. La acción de las 
lluvias y del sol y otros agentes trabajan asociadamente para 
realizarlo. 
El 
trabajo del barbecho profundo se hace antes de que las lluvias o el agua del 
riego humedezca las tierras. 
En los 
primeros días de la primavera, después de las lluvias o cuando hemos regado 
nuestros campos procederemos a preparar las sementeras. 
Tan 
pronto como el calor y la humedad hacen nacer las hierbas o bien cuando es el 
tiempo de sembrar el maíz, comenzaremos los referidos 
barbechos. 
Estos 
son lo mismo que los barbechos de otoño con la diferencia de que sólo se hacen a 
la mitad de la profundidad alcanzada en otoño, es decir si hemos barbechado a 
una profundidad de veinte centímetros en octubre, le daremos al arado una 
profundidad de sólo diez centímetros con la ayuda del medidor como lo hemos 
visto en el capítulo respectivo. 
Barbecho superficial para preparar la sementera. Trabajos hechos al 
comenzar la primavera. 
Con 
este "barbecho se destruyen muchas hierbas que brotan en las primeras lluvias al 
mismo tiempo que se aerean las tierras. 
El 
costo de este barbecho es aproximadamente la mitad del costo para el barbecho de 
otoño, porque siendo tan superficial, un operario puede recorrer el doble 
espacio que el asignado en octubre o noviembre. Téngase especial cuidado de 
medir la profundidad del surco con ayuda del medidor, para tener la seguridad de 
que sólo la mitad de la capa de tierra ha sido removida y la otra mitad ha 
quedado firme y compacta. 
Las 
tierras que han sido barbechadas en otoño pueden estar listas con más 
oportunidad en la primavera. 
La 
adjunta ilustración es de una sección de terreno que ha sido barbechado en 
otoño. 
Preparación de la sementera: En un lado la tierra removida por el arado 
en el otro la tierra aún compacta, en el centro el surco de diez centímetros de 
profundidad en donde se ve la acción capilar establecida por la 
naturaleza. 
Como 
se ve en la ilustración anterior, el arado rompe la capa de tierra y destruye la 
condición capilar del suelo, y siendo este estado absolutamente indispensable 
para la vegetación,  es preciso poner las tierras en el mismo 
estado en que estaban antes de este trabajo, con lo que seguimos el ejemplo que 
nos da la naturaleza. 
Habrá 
quien haga esta observación: ¿Si se ha de dejar las tierras como antes estaban, 
no es mejor dejarlas sin barbechar con lo que se economiza 
trabajo? 
A esta 
observación que en muchas de mis conferencias me ha sido hecha, diré que al 
preparar los suelos para las siembras debe tenerse en cuenta lo que se dijo al 
principio del capítulo que se ocupa del barbecho que el objeto De voltear las 
tierras es el de aerearlas, de poner en libertad algunas substancias que  
forman el alimento de las plantas de tal suerte que sean solubles en el 
agua que es la única condición en que pueden entrar en las 
raíces. 
Se 
recordará también que hemos dicho que al aerear las tierras se disipan las 
substancias nocivas dejadas en el suelo por las hierbas o las cosechas 
anteriores. 
Una 
piedra tomada de un suelo muestra por medio de un análisis químico, tener tanto 
alimento para las plantas como el suelo en donde se encuentra y dará igual 
contingente por unidad con tal que so le ponga en condiciones por medio de la 
aeración, con lo que se  consigue 
pulverizarla. 
Los 
suelos se encuentran en varios estados entre la roca y el polvo fino de que se 
componen las tierras. 
Nuestro objeto al trabajar nuestras tierras para sembrar maíz es 
reducirlas a la condición de polvo fino, y  como hemos 
visto,  la naturaleza nos ayuda en esta obra de una manera 
potente. 
Cuando 
las tierras han sido barbechadas en el otoño, las heladas de invierno y la 
expansión del agua en el suelo, hace  reventar las pequeñas rocas 
en millones de partículas pequeñísimas, que encierran cantidades igualmente 
pequeñas de agua.  
El sol 
y los vientos son poderosos factores que trabajan en conjunto con el 
hombre.
 
LOS IMPLEMENTOS NECESARIOS PARA PREPARAR UNA BUENA SEMENTERA.
El 
agricultor de hoy tiene en su  servicio herramientas modernas que 
lo ponen en condiciones de preparar  sus tierras de modo que le den 
mayor seguridad de obtener mejores resultados de sus 
trabajos. 
Los 
implementos más importantes para la sementera son los 
siguientes: 
LA RASTRA 
DE 
DISCOS. 
LA EMPACADORA 
DE 
SUBSUELO. 
EL 
RODILLO. 
LA RASTRA 
DE 
PUNTAS. 
Estos  implementos representan un papel muy importante en 
los trabajos modernos de agricultura y aunque son conocidos,  hace 
mucho tiempo, la manera de usarlos con propiedad es relativamente de época muy 
reciente debido a la nueva  orientación que se ha dado a la 
agricultura. 
Con  estos cuatro implementos  el agricultor 
puede preparar sus tierras de modo que vuelvan a quedar como la naturaleza lo 
pide y la ciencia lo aconseja. 
Por 
este medio artificial, vuelve a establecerse la capilaridad, que el disco 
rompió, haciendo un suelo firme, evitando  la 
evaporación. 
LA RASTRA DE DISCOS
Después de barbechar nuestras tierras, según se dijo en el capítulo 
anterior, debemos proceder a empacarlas, y esto se consigue por medio de una 
serie de trabajos que se enumeran en seguida. 
Antes 
que las tierras se venteen por haber sido barbechadas, se usará de la rastra de 
discos, que es el implemento ideal para este trabajo.  
Hay 
dos clases de rastras, una rígida como la que se ve en este 
grabado: 
Rastra de discos que no debe faltar en ninguna 
finca. 
En 
tierras planas quo han sido bien preparadas esta rastra da magníficos 
resultados. 
Las 
ventajas que ofrece esta rastra sobre ]a rastra de resortes de que se habla en 
seguida son: que son menos costosas, que su peso es menor y su sencillez la hace 
recomendable para las fincas que tienen sus tierras planas y bien trabajadas con 
el arado, es decir, que no hay surcos muy pronunciados, porque en este caso la 
rastra sólo van pasando por los lomos de los surcos dejando las cavidades sin 
remover o pulverizar. 
Las 
rastras de resortes son buenas para todas las tierras, porque se adaptan a la 
configuración de los suelos y por consecuencia no dejan un sólo pedazo de tierra 
sin remover o pulverizar. 
Además 
puede regularizarse la profundidad que se desee dar a los discos de acuerdo con 
la condición de las tierras o la naturaleza del trabajo. 
La 
siguiente es una ilustración de las rastras de 
resortes: 
Rastra de resortes que pueden adaptarse a todos los 
suelos. 
Las 
rastras rígidas giran siempre sobre los discos que les sirven de ruedas y no hay 
manera de graduar la profundidad que se desee dar a los discos en tanto que esta 
rastra de resortes está provista de ruedas que sirven para transportar el 
implemento. Así se evita un desgaste inútil de los 
discos. 
Esta 
rastra sin embargo requiere más fuerza por ser un poco más pesada que la rígida 
y su costo  es mayor. 
CAPITULO TRECE. 
LA SEMENTERA. 
El 
suelo se ha removido a una profundidad de diez centímetros con el arado al 
barbechar en la primavera y para evitar pérdidas de humedad en seguida usaremos 
la rastra de discos de modo que cruce el suelo en sentido perpendicular de la 
dirección que sigue el arado de disco. 
Con 
otras palabras: si el arado de disco cruzó el campo de norte a sur por ejemplo, 
la rastra debe seguir la dirección de oriente a poniente, de este modo se cruzan 
los surcos en un ángulo recto. 
Se le 
puede dar a la rastra de discos la inclinación que sea necesaria según las 
condiciones en que se encuentre el suelo. 
Esto 
se consigue con el uso de las dos palancas de que está 
provista. 
A 
medida que mayor inclinación se da a los discos mayor cantidad de tierra 
voltean. 
La 
manera más eficaz que he encontrado para el uso de este indispensable implemento 
es como se ve en el grabado. 
La 
primera vuelta que se da con las rastras de discos parte de los terrones se 
pulverizan, pero queda una tira de suelo duro como se ve en la 
ilustración. 
No 
obstante que las rastras están provistas de un disco en el centro para destruir 
esa cinta que se ve, este trabajo no lo realiza en la primera 
vuelta. 
La 
segunda vuelta se hace siguiendo la primera, es decir, se hace pasando dos veces 
por el mismo sitio como se ve en la ilustración. 
Al 
pasar la rastra segunda vez por la tierra que se va a preparar, deja 
completamente pulverizado todo el terreno y la tierra que había dejado 
la 
rastra 
anterior sin remover, queda igualmente pulverizada. 
En la primera vuelta deja un surco duro, que debe pulverizarse con otra 
vuelta, 
Pasando la rastra de discos segunda vez por la cinta de terreno que se 
comienza a preparar. 
La 
tercera vuelta la dará la rastra colocando la mitad de los discos en la tierra 
ya removida por la vuelta anterior y la otra mitad en la tierra nueva sin 
remover y así se continúa el trabajo hasta el fin, con lo que se consigue darle 
una doble disqueada a todas las tierras como se ve en 
seguida. 
Después de la doble disqueada no queda un sólo espacio sin remover y 
quedan las tierras completamente protegidas contra los rayos del 
sol. 
Las tierras rastreadas con dobles discos quedan en muy buenas 
condiciones de pulverización, con lo que se evita la evaporación de la 
humedad 
IMPORTANCIA QUE TIENEN LOS 
TRABAJOS DE LA RASTRA 
PARA REDUCIR LA 
EVAPORACIÓN. 
Para 
demostrar la influencia que estos trabajos tienen con relación a la humedad, 
dejé unos trozos de tierra sin rastrear, para demostrar la marcada influencia 
que tiene este trabajo. 
En 
tierras dejadas sin rastrear la humedad se evaporó en dos semanas dejando una 
capa de suelo casi seco a una profundidad de doce centímetros, aumentando esta 
sequía en pocas semanas a una profundidad de veinte centímetros, en tanto que en 
las tierras rastreadas la única zona seca era la removida por la rastra de 
discos, pero inmediatamente después de esta capa que no alcanzaba una 
profundidad de cuatro a cinco centímetros, la tierra estaba completamente húmeda 
de tal modo que tomando un puñado de tierra y apretando la mano se hacía una 
maza compacta por efecto de la humedad. 
Cual 
es la razón de esta rápida evaporación? 
La 
respuesta está en el siguiente experimento: 
Demostrando objetivamente porqué la evaporación es más rápida en los 
terrenos compactos que en los rastreados. 
Póngase un pedazo de tierra compacta en una mano y un poco de tierra 
suelta en la  otra. Póngase un carbón encendido en ambas manos y 
espérense unos cuantos minutos. 
Se 
nota después de algunos minutos que el calor se transmite a la mano en donde 
está la tierra compacta, mientras que en la otra mano el calor apenas es 
perceptible después de mucho tiempo. 
Una 
simple reflexión sobre este experimento nos da la medida de lo trascendental que 
es el uso de las rastras de discos que protegen la humedad contra los rayos del 
sol. 
En los 
campos, el sol produce el mismo efecto en los suelos que los carbones encendidos 
producen en las partículas de tierra que se tienen en las manos, en la tierra 
compacta la acción del calor se trasmite a la tierra adyacente a esta capa y se 
produce una rápida evaporación en tanto que en la tierra floja este calor no se 
trasmite muy fácilmente de donde resulta que no hay razón para una activa 
evaporación. 
Grabado que muestra una sección de tierra que se ha dejado sin barbechar 
después de una fuerte lluvia. La acción del sol se ve en las grietas que se 
forman en el suelo. Si se barbecha esta tierra en estas condiciones se hacen 
grandes témpanos. 
Este 
grabado representa dos porciones de tierra: La de la izquierda ha sido 
barbechada en tiempo oportuno,  es decir antes de que las tierras 
hubieran adquirido la condición que muestra el grabado anterior y el montón de 
la derecha fue trabajado después que el sol había agrietado el suelo. Nótese el 
efecto del trabajo oportuno: Una parte está muy bien pulverizada,  
que es la forma debida y la otra está llena de terrones y es la forma 
impropia. 
El autor dando una conferencia sobre la aplicación de la rastra en el 
cultivo de las tierras 
LA ACCIÓN 
CAPILAR EN LAS 
SEMENTERAS 
Después de rastrear  nuestras tierras con las rastras de 
discos tenemos una capa floja de unos diez a doce centímetros y tenemos que 
aplicar algún procedimiento para hacer esta capa compacta y firme para 
restablecer la acción capilar en el suelo. 
Las 
tierras que se araron en el otoño hemos visto que se han hecho compactas (se ha 
establecido la acción capilar) en el curso de varios meses; pero en los trabajos 
que estamos actualmente haciendo no es posible depender de la ayuda de la 
naturaleza porque este procedimiento es muy dilatado y es el tiempo de la 
siembra No hay tiempo que perder. Hay que apelar a un medio artificial para 
establecer la condición que exige la naturaleza para darnos todo lo que su 
inagotable generosidad puede proporcionar a la humanidad cuando se estudian y 
obedecen sus leyes. 
En 
esto consiste esencialmente el procedimiento moderno de la agricultura, en 
forjar ese eslabón que falta en el encadenamiento de nuestros 
trabajos. 
Dándole a este trabajo la atención que se merece atacamos la parte mas 
débil de nuestro sistema de cultivar las tierras. 
Al 
tratar de la  semilla dijimos que la parte más débil estaba en 
descuidar la vitalidad del embrión y que no hay cadena que sea más fuerte que el 
eslabón más débil, ahora tenemos que repetir lo mismo respecto de la preparación 
de las sementeras. Si se quiere tener todo el resultado que debe esperarse de 
los trabajos del campo, póngase una semilla sana y vigorosa en un terreno bien 
preparado. 
Ya 
hemos visto que de los cuatro implementos para la preparación de las sementeras 
la rastra es la primera en usarse. Ya hemos visto el papel importantísimo que 
representa para la perfecta preparación de las tierras. 
Ahora 
vamos a ver otro implemento que no es tan familiar como el anterior. Este es: 
LA EMPACADORA 
DE SUBSUELO. 
Para 
hacer compacta la tierra en donde se va a depositar la semilla, tenemos que usar 
algún medio artificial para realizar en un momento lo que la naturaleza hace en 
varios meses. 
Tenemos que usar la empacadora de subsuelo. 
Varios 
modelos han sido ideados para este fin tan trascendental. 
Hasta 
ahora se ha usado solamente el rodillo, para aplanar las tierras pero este 
procedimiento deja mucho que desear, toda vez que sólo comprime 
el 
suelo 
sin reducir los espacios que median entre la tierra removida y el subsuelo 
dejando enteramente aislada la capa de tierra arada, como se verá en el capítulo 
de demostración capilar. 
Pero 
si antes de emplear el rodillo usamos un implemento que reduzca los espacios que 
median entre la capa arada y el subsuelo y que son la natural consecuencia 
debido al aire que se introduce y a la materia vegetal que se voltea, entonces 
habremos producido una condición que se acerca mucho a la 
perfección. 
Presento aquí varios modelos de empacadora de subsuelo que se han 
inventado y daré a conocer el resultado que he obtenido. 
Esta 
empacadora es muy eficaz para dejar la superficie con pequeños surcos que 
previenen la velocidad de los vientos cerca del suelo. 
La 
capa de suelo pulverizado sirve de protector a los tubos capilares que se forman 
en el suelo. 
Además 
esta empacadora rompe los terrones en vez de sepultarlos solamente como sucede a 
veces con el rodillo. 
En 
algunas tierras no es bastante con romper los terrones y empacar la tierra en la 
parte superior, es indispensable penetrar un poco más profundo para reducir los 
espacios de aire y mezclar bien la materia vegetal que impide la ascensión de la 
humedad, como se demostrará después. 
Un 
hecho casual me puso en las condiciones de estudiar este 
punto. 
Lo 
referiré en pocas palabras: 
En una 
de mis fincas observé el siguiente hecho: una tierra que estaba destinada para 
un experimento de selección de semillas y que por consiguiente era objeto de mi 
atención constante, fue preparada con el disco y el día destinado para la 
siembra de determinada semilla de maíz  fui personalmente a hacer 
la siembra, cuando me encontré que un pastor por descuido tenía cincuenta cabras 
en las tierras que iba yo a usar. 
Un modelo de empacadora de subsuelo que desbarata los terrones en vez de 
sepultarlos únicamente. 
Hice 
que las sacaran de allí pero no sin que los animales hubieran pisado las tierras 
dejando muy marcadas huellas. 
No 
teniendo por el momento más tierras dispuestas para mis estudios de semillas, 
hice pasar un rodillo para componer lo que los animales habían descompuesto y 
quedaron listas con las visibles huellas de las cabras. 
Hice 
mis siembras y con sorpresa observe que las milpas sobresalían en los lugares en 
que las cabras habían andado. 
Con 
este dato al siguiente año, dejé con estudiado plan, una hectárea preparada 
común y corriente y la otra hice que unas cabras recorrieran en varias 
direcciones para que fuera uniforme la acción de las pisadas de los 
animales. 
Después de esto pasé los rodillos en los dos lotes e hice las siembras 
en las mismas condicionen en los dos lotes con la única diferencia de haber 
tenido las cabras en un lote y en el otro no. 
La 
diferencia fue muy marcada en favor del lote que llamaremos empacado por los 
pies de las cabras. 
Este 
experimento lo ensayé al tercer año en mayor escala, con igual maravilloso 
resultado y entonces comprendí que la casualidad me había hecho dueño de un 
verdadero descubrimiento. 
Lo di 
a conocer por la prensa de entonces y recibí la primera invitación para ir a los 
Estados Unidos en donde me relacioné con personas  eminentes en el 
ramo de agricultura a quienes di a conocer mis trabajos. Puedo decir con 
satisfacción que mi pequeño contingente contribuyó a la organización de varios 
congresos agrícolas de que he sido Presidente Honorario. 
Hecha 
esta pequeña digresión de la historia de mis trabajos pasemos a ver cómo puede 
realizarse esta condición de una manera práctica y 
sistemática. 
Una 
simple reflexión da una idea del significado y trascendencia de este 
principio. 
La 
Naturaleza ha almacenado en el 
subsuelo y mediante siglos una grande existencia de humedad. Año tras año las 
lluvias reponen las pérdidas que hay por filtración y 
evaporación. 
Ahora 
bien, el espíritu de la agricultura moderna es utilizar los recursos 
maravillosos e inagotables que están al alcance de todo agricultor que con noble 
ambición pone en juego sus facultades y su común sentido para tener las leyes 
naturales a su servicio. 
Con 
muy pocas lluvias o con pequeña agua de irrigación se pueden obtener abundantes 
cosechas. 
Para 
esto hay que girar contra los depósitos de la naturaleza lo mismo que giramos 
contra un banco en donde tenemos existencias en efectivo. 
De 
este modo la pequeña cantidad de lluvia sólo viene a ayudar a que la planta 
realice sus funciones sin interrupción o contratiempo. 
Si 
conseguimos que la humedad del subsuelo suba hasta el dominio de las raíces, las 
plantas nunca carecen de la humedad suficiente para su completo 
desarrollo. 
En el 
caso de las cabras que empacaron el suelo, la humedad subió hasta la sementera 
del mismo modo que el aceite de una lámpara sube por la mecha, o lo mismo que el 
agua sube en un terrón de azúcar que se pone en contacto con el agua, 
porque los pies de los animales redujeron los espacios establecidos por el disco, y la tierra removida se puso en contacto con el subsuelo y el agua subió, lo mismo que el aceite de la lámpara.
porque los pies de los animales redujeron los espacios establecidos por el disco, y la tierra removida se puso en contacto con el subsuelo y el agua subió, lo mismo que el aceite de la lámpara.
Pero 
en la imposibilidad de que este trabajo se haga con cabras u otra clase de 
ganado, he usado un implemento que responde muy bien al fin que se 
desea. 
He 
usado varios modelos pero para la mayoría de las tierras de México, siempre que 
no sean muy barrosas, la empacadora de subsuelo que se ve en este siguiente 
grabado me ha dado muy satisfactorios resultados. 
Las 
quejas que he escuchado en contra de esta empacadora son más bien nacidas por la 
falta de pericia en el manejo que por su propia 
construcción. 
Me 
explicaré: la misma forma del implemento indica su objeto como se ve en 
seguida: 
La empacadora de subsuelo que sirve para establecer la conexión entre la 
tierra arada y el subsuelo, haciendo que por este medio la humedad no encuentre 
la interrupción de los espacios de aire y pueda subir hasta el dominio de las 
raíces, cuya condición se obtiene usándola 
convenientemente. 
Como 
se ve las llantas de las ruedas tiene una forma de V y esto permite que las 
ruedas penetren hasta el fondo del barbecho en donde los espacios de aire se 
reducen así como la materia vegetal se hace más compacta y se establece el 
contacto, que es el efecto que hacen las pezuñas de las cabras en el experimento 
que referí al principio. 
Para 
producir el mismo efecto es preciso usar este implemento siguiendo varias 
direcciones y no solamente una como he sabido que hasta ahora se ha usado a cuyo 
defectuoso medio se debe sin duda los resultados poco perceptibles que muchos 
han obtenido. 
Debe 
como digo. usarse este implemento siguiendo varias direcciones por ejemplo de 
Norte  a Sur,  después de O. a P.  
después de NE. a SE., etc., como lo indica este 
diagrama: 
Direcciones que debe seguir la empacadora de subsuelo para que dé los 
mejores resultados. 
Como 
se ve en los diagramas el implemento al pasar por el suelo en distintas 
direcciones hace líneas que marcan en donde están unidos el suelo arado y el 
subsuelo y se produce con las ruedas el mismo efecto que con los pies de los 
animales del experimento. 
Por 
esta infinidad de líneas se establece la corriente ascendente del agua y es como 
si se dijera que el suelo arado está bombeando la humedad 
Las huellas que deja la empacadora de subsuelo siguiendo las anteriores 
direcciones. 
Véase 
el implemento en acción: 
La empacadora de subsuelo, como se ve la forma de las llantas permiten 
penetrar hasta donde está el subsuelo realizando la condición 
deseada. 
Este 
implemento debe usarse sobre la misma tierra que se ha preparado con la rasta de 
discos y si es posible debe procurarse que este implemento siga inmediatamente a 
las rastras, que es como he obtenido los mejores resultados, aún en los terrenos 
más escasos de lluvia. 
Como se ve la empacadora sigue inmediatamente a la rastra de discos para 
evitar que las tierras pierdan la humedad del subsuelo. En la ilustración se ve 
adelante la rastra discos. 
Este 
implemento es tan sencillo de manejarse y al mismo tiempo es  tan 
ligero de peso, que un operario puede empacar a razón de cinco hectáreas a! día 
y con un costo de 25 centavos por hectárea,  porque solo necesita 
de dos mulas  para hacer el trabajo. 
Estos 
cálculos están basados, como los anteriores, en los más altos jornales pagados 
hasta ahora en México. 
Cuando 
es necesario que la empacadora penetre más profundo, se puede poner un objeto 
pesado, para lo cual tiene un lugar especial. Esto por supuesto depende de las 
condiciones del suelo. 
USO QUE DEBE HACERSE DEL 
RODILLO. 
Inmediatamente después de empacado el subsuelo, como se ha dicho, se 
procederá a empacar la parte superior del mismo, lo que se consigue es e! uso 
del rodillo. 
Con 
este implemento se consiguen dos objetos, primero romper los terrones que se han 
substraído a la acción de la rastra y de la empacadora y después la de empacar 
la parte superior del suelo. 
El rodillo que debe usarse después de la empacadora de subsuelo para que 
la acción capilar llegue hasta el dominio de las 
raíces- 
Con lo 
que se consigue que la humedad suba hasta arriba. 
Como 
el rodillo tiene un tamaño de 2.55 centímetros de ancho, 
abarca una zona muy grande de donde resulta que el trabajo se hace en poco 
tiempo. El costo de este trabajo es de  25 centavos por hectárea. 
La misma observación debe hacerse si se desea mayor presión para empacar las 
tierras, póngase un peso adicional. 
USO QUE DEBE HACERSE DE 
LA RASTRA DE 
PUNTAS. 
Con el 
trabajo del rodillo conseguimos que la humedad suba hasta la superficie, pero 
como por la acción de los rayos solares y los vientos, en este punto la 
evaporación es muy acentuada, debemos ahora procurar que sólo una capa de una o 
dos pulgadas esté constantemente floja y para conseguir este estado ningún 
implemento es más apropósito que la rastra de 
puntas. 
Rastra de puntas que debe usarse para establecer una capa de tierra 
floja que protege la humedad contra los rayos del sol. Es como un tapón en una 
botella. 
El 
efecto de esta rastra es de mucha importancia porque de este modo se rompe la 
acción capilar en el punto en que la humedad puede perderse en la atmósfera, es 
decir, rompe el tubo capilar en el momento de la descarga. Me valdré de una 
figura más gráfica: con la rastra de puntas ponemos un tapón en la botella para 
evitar que el líquido se derrame. 
La 
rastra que se ve en la figura lo mismo que todos los implementos que se han 
visto aquí están provistos de asientos para los operarios. Llamo la 
atención sobre este particular porque tiene algún 
significado. 
En 
primer lugar el trabajador puede desempeñar mayor cantidad de trabajo cuando va 
sentado y con comodidad que cuando va andando entre el 
barbecho. 
Esto 
es sumamente fatigoso. Un hombre no puede recorrer una gran distancia sin 
agotarse en poco tiempo, lo que es en contra de los intereses del dueño de la 
finca. 
Así es 
que al facilitarle al operario las comodidades necesarias no sólo se obra de 
acuerdo con los principios humanitarios sino que se defienden los intereses 
porque se pone al trabajador en condiciones de desempeñar más y mejor 
trabajo,  que es el espíritu de la moderna 
agricultura. 
Debemos tratar a los operarios como nuestros socios. Así se les puede 
exigir más eficacia, más actividad. 
En mi 
larga experiencia del trabajo del campo, he visto que las quejas de los 
hacendados respecto a los trabajadores, no es siempre el más culpable el 
trabajador de los defectos que se le imputan, de falta de ambición, de 
indolencia,  de otros muchos defectos, es más bien el rico 
hacendado; el amo,  que jamás consulta la felicidad de sus 
trabajadores sino que sólo ve las mayores utilidades que puede tener a costa de 
los peones, cuyos jornales son tan miserables que los pone en la condición de 
preferir un caballo y un rifle para ganar más jornal.  Esta es una 
de las causas que ha dejado los campos desiertos y engrosado los ejércitos de la 
rebelión. 
Por 
esto y otras causas que se estudiarán en el curso de esta obra, se ha visto por 
los rebeldes, que es más lucrativo el saqueo que el trabajo del 
campo. 
Por 
eso abandonan el arado para empuñar el 30-30. 
Como 
este libro está dedicado a estudiar los problemas más importantes que en la 
actualidad tiene que resolver nuestro país y de los que depende el futuro 
de nuestra nacionalidad, no dejo pasar ninguna oportunidad para ir apuntando los 
males que debemos corregir. 
Así es 
que no debe tomarse esta digresión como incongruente. 
El 
costo de los trabajos de rastra de dientes es el mismo que los anteriores, es 
decir, de 25 centavos por hectárea. 
En 
resumen: la forma en que se deben usar estos cuatro implementos para hacer una 
sementera perfecta, es el que se ve en el grabado 
siguiente: 
Manera de usar los cuatro implementos para hacer una sementera perfecta. 
Primero está la rastra de discos, en seguida la empacadora de subsuelo, después 
el rodillo y por último la rastra de dientes. 
COSTO DE LA PREPARACION DE 
LA 
SEMENTERA 
Doble disquéo con rastra de 
discos, (jornal y forrajes)  $  
0.70 
Empaque de subsuelo (jornal 
y forraje)  $  0.25 
Rodillo, empaque de la 
superficie (jornal y forraje)  $  
0.25 
Rastra de dientes (jornal y 
forrajes) $  0.25 
Costo total de la 
cementera   $  1.45 
UN PESO CON CUARENTA Y CINCO CENTAVOS 
Respecto a los resultados que he obtenido con estos métodos, tengo 
infinidad de artículos de periódicos producidos por personas que han visitado 
mis fincas y si hago referencia en este libro a estos datos no es por vana 
ostentación, sino para animar a los que lean estas líneas que pongan en práctica 
los métodos que han pasado del estado de experimentación y entrando de lleno en 
el período de aplicación práctica, sistemática y 
comercial. 
Etiquetas: suelos

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