Abonos-Organicos

Aprenda a elaborar abonos organicos fermentados sólidos y líquidos. Aprenda a elaborar fertilizantes foliares mucho más económicos que los comerciales. Aprenda a fertilizar en forma más efectiva que con fertilizantes sólidos. Descubra cómo elaborar fungicidas más económicos que los comerciales. Aprenda cómo hacer insecticidas más efectivos y baratos que los comerciales. Descubra cómo hacer té de composta para fertilizar el follaje de las plantas

jueves, mayo 25, 2006

Abonos Fermentados

ABONO ORGÁNICO

Este abono ha sido experimentado por muchos agricultores de Latinoamérica. En cada lugar varía la forma de usarse, los ingredientes, el resultado de la prueba y del conocimiento tradicional de los campesinos.

INGREDIENTES;
Para preparar 65 costales de abono orgánico fermentado se requiere:
20 Costales de estiércol fresco disponible (gallina, vaca, conejo).
20 Costales de rastrojo picado, o 4 pacas de avena, o cebada, o cascarilla de arroz. Se puede usar 2-3 costales de olote picado
20 Costales de tierra del lugar sin piedras ni terrones.
6 Costales de desperdicio de frutas, de verduras y de follaje bien picado. Si no se consigue fácilmente, se puede usar ceniza, cabellos humanos limpios de químicos, o varios sacos de cartón despedazado.
5 Costales de desperdicios de trigo, o de avena. (opcional)
10 kilos de fermentado de maíz germinado o dos sacos de composta previamente elaborada.
2 Kg. de piloncillo disuelto o 4 litros de melaza. (opcional)
Agua (prueba del puño, terrón seco quebradizo más o menos entre 40 a 50 % de humedad).

Advertencia.-
Los componentes a base de carbohidratos (desperdicios de frutas y verduras) producen bacterias. El componente a base de celulosa (aserrín, follajes picados, cartón) producen hongos necesarios para la flora microbiana. Si la composta no tiene suficiente material de celulosa, entonces el abono resulta deficiente. Sin hongos, la planta no puede absorber eficientemente a los nutrientes del suelo.

El abono orgánico se puede preparar sin estiércol. En su lugar se puede usar follaje verde y seco picado, o bien todos los desperdicios orgánicos vegetales de los mercados públicos.

Lo que acelera la degradación o descomposición de la materia orgánica es la presencia del agua y el ataque de bacterias y de hongos.

El valor o poder del abono orgánico no se basa en el contenido de los nutrientes tradicionales (N;P;K), sino en la presencia de la flora microbiana(bacterias y hongos). La flora bacteriana es la que determinará la salud de la planta a través de la conservación de la humedad del suelo, de la formación de enzimas que facilitarán la nutrición efectiva de las raíces, de la conservación del pH del suelo, oxigenación del suelo, etc. Todo este tratamiento no lo puede ofrecer por sí solo la aplicación de los fertilizantes sólidos tradicionales.

El uso del abono orgánico en el suelo se puede acompañar de la aplicación de té de composta al follaje de las plantas. Esta aplicación foliar puede economizar más el costo de la fertilización tradicional.


Modo de prepararse:
Una vez que se ha determinado la cantidad necesaria por elaborar y se tienen todos los ingredientes necesarios, se escoge un lugar protegido del sol y lluvia, cerca de una toma de agua. Si no se cuenta con el lugar, el abono orgánico deberá taparse.
Al mismo tiempo, se debe trabajar sobre un terreno plano de tierra firme o encementado. Podría tener una pequeña pendiente a efecto de aprovechar los desechos del escurrimiento.

1.- Se colocan por capas los ingredientes en el siguiente orden: rastrojo picado o paja, tierra, estiércol, desperdicio de frutas, aserrín o abono orgánico.




2- La melaza o piloncillo disuelto en agua tibia.





Se diluye en el agua que se va utilizando.
3.- El agua se aplica uniformemente mientras se va haciendo la mezcla de todos los ingredientes y solamente la necesaria. Preferiblemente aplicar con una regadera para una mejor distribución de la humedad.






Es recomendable ir haciendo la prueba del puño para verificar la humedad de la mezcla. Esta se hace tomando un puño de la mezcla y apretándolo. El punto óptimo es cuando se toma la cantidad en la mano, se aprieta formándose un churrito que fácilmente se desmorona y al soltarlo deja la mano mojada. Si al abrir la mano se desmorona, le falta agua; si escurre, ya se pasó de agua. Para corregir el exceso de agua se debe agregar más materia
4.- Se recomienda darle 2 ó 3 vueltas a toda la mezcla o las necesarias hasta que quede uniforme.




5.- Una vez mezclada, se extiende hasta que quede de una altura de 50 cm. máximo. En lugares muy fríos se recomienda inicialmente dejarlo bien alto para permitir que la fermentación se acelere.


6.- Se cubre con costales o tela, a efecto de que haya una buena respiración.

Si el montón se deja sin voltear durante los primeros tres días de la fermentación el abono tiende a subir a más de 80° C, lo cual no se debe permitir. No es recomendable que la temperatura sobrepase los 50° C. Para lograrlo, los primeros cuatro días se recomienda darle 2 vueltas a la mezcla (por la mañana y tarde).
Una buena práctica es ir rebajando gradualmente la altura del montón a partir del tercer día, hasta lograr más o menos una altura de 20cms. al octavo día.
A partir del 4to. día se puede realizar una vuelta al día. Entre los 12 y los 15 días el abono fermentado ya ha logrado su maduración y su temperatura es igual a la temperatura ambiente, su color es gris claro, queda seco con un aspecto de polvo arenoso y consistencia suelta.


Característica del abono al final: totalmente seco y sin temperatura

Manera de usarse:
La cantidad y la forma de aplicarlo es muy variada, depende del cultivo, sus necesidades y tipo de suelo. En general, citaremos algunos ejemplos de experiencias en su uso.


Para almácigo o semillero: Utilizar una mezcla de abono curtido preferentemente (2 a 3 meses) en proporciones que varían desde un 90% de tierra seleccionada con un 10% de abono, hasta un 60% de tierra con un 40% de abono curtido. Regularmente los agricultores realizan pequeños ensayos para determinar la relación óptima.
El siguiente cuadro presenta la proporción de abono curtido y tierra seleccionada que se puede experimentar en la producción de plántula de hortaliza en viveros.




En el transplante de plántula:
Los agricultores vienen experimentando varias formas de abonar sus cultivos.
a) Abonado directo en la base del hoyo donde se colocará la plántula, cubriendo el abono con un poco de tierra para que la raíz no entre en contacto directo con el abono.



b) Abonando a los lados de la planta. Sirve para hacer una segunda y tercera abonada de mantenimiento al cultivo y estimula el crecimiento de las raíces hacia los lados. La cantidad es variable, pudiendo comenzar con un puño por planta.


1) Viveros
90% tierra
10% abono
Carbón pulverizado

2) Transplantes
30-50 gr. hortalizas, hojas
50-80 gr. cabeza, raices
120-150 gr. jitomate-pimentón
y chile

3) Abonada
A Individual
B Dos lados
C Estrellada


c) En el abonado directo se usan mas o menos de 2 a 2 1/2 toneladas por hectárea para granos, como sería el caso del maíz. También se puede aplicar como si se tratara de fertilizante sólido, como la urea.







Recomendaciones:


1.- Al aplicarse el abono siempre debe de cubrirse con tierra para evitar que se dañe por el sol.
2.- Realice sus propias pruebas de elaboración y manera de aplicación.
3.- Tome nota de los resultados y promuévalos.
4.- Lo ideal es utilizarlo inmediatamente. Si lo va a guardar, es recomendable protegerlo del sol, viento y lluvias bajo techo, de preferencia en costales.
5.- No se recomienda almacenarlo por más de 3 meses (siempre que se moje regularmente y no se deje secar)
6.- Experimente con el té de composta. En un recipiente de cien litros (con solo 90 litros de agua o menos) se sumerge en la parte superior un morral con composta y se deja reposar por un día o dos. Cuando el agua esté pintada de un color café oscuro, como si fuera un té, está listo para usarse como un fertilizante foliar.

















FUNGICIDA NATURAL
En un recipiente de cien litros de agua se pone un kilo o dos de cal hidratada, se revuelve y se deja reposar por un dìa. Al día siguiente se decanta y se toma el agua sin revolver, para fumigar las plantas atacadas de hongos. Los cien litros dan para cinco mochilas de veinte litros. Lo que mata a los hongos es el pH de alrededor de 12 (alcalino)




INSECTICIDA NATURAL
En un recipiente de cien litros de agua se añade un kilo de detergente biodegradable y medio kilo de chile picante verde licuado. Se revuelve y se deja reposar un dìa. Al día siguiente se cuela y se fumigan las plantas atacadas de insectos. Los cien litros dan para cinco mochilas de veinte litros. Al chile se le puede añadir un puño de ajos, para que el insecticida resulte más fuerte.



FERTILIZANTES FOLIARES

En un recipiente de cien litros de agua se añaden dos kilos de superfosfato triple de calcio y un kilo de sulfato de potasio. Se revuelve y se deja REPOSAR POR UN DÍA. Al día siguiente se decanta y se toma el agua para fertilizar al follaje de las plantas. No se revuelve. La primera aplicación se realiza cuando la plantita tenga dos o tres hojas. A la semana siguiente se hace la siguiente aplicación. La tercera aplicación se hace a la tercera semana. Si la planta pide otra aplicación, se le hace. El maíz puede crecer bien con tres aplicaciones.



FOLIARES FERMENTADOS

En un recipiente de cien litros se añaden seis kilos de desperdicios licuados de frutas, dos kilos de aserrin, dos kilos de desperdicios de verduras y cuatro litros de melaza (o cuatro litros de miel de piloncillo). Se lleva el volumen de agua a unos ochenta litros. Se revuelve todos los dìas, en la mañana y en la tarde. El recipiente siempre se cubre con una tela, a efecto de evitar el ataque de las moscas. Al cabo de un mes ya se hizo un atole y está lista para su uso. Su olor fermentado debe ser agradable. Se usan de dos a cuatro litros de atole para una mochila de veinte litros. Antes de llenar la mochila se cuela. Se aplica en el follaje, en los tallos y en el suelo. Se hacen tres aplicaciones, a partir de que la planta tenga dos hojitas. Si la planta pide más, se le hace otra aplicación.

Cuando se usan fertilizantes foliares, no es necesario aplicar fertilizantes químicos sólidos. Con el uso de abonos orgánicos y foliares fermentados se puede economizar hasta cinco veces el costo de los fertilizantes sólidos químicos. Si se usan los fungicidas e insecticidas caseros, el ahorro es mucho mayor, aparte de que las frutas y verduras que se producen no estàn contaminadas con tòxicos.


Nota.- Parte de este material se debe a un folleto elaborado por la presidencia municipal de Toluca, Mex. La parte relativa a foliares, insecticidas y fungicidas son resultado de la experimentación del coronelZ
El caldo bordelés ya casi no se usa. Para combatir los hongos se prefiere al agua de cal alcalina. En caso de que los hongos resistan lo alcalino, se recomienda un solución ácida con vinagre (pH de 5-6)