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sábado, noviembre 19, 2011

Preparacion del Terreno








CAPITULO DOCE. 
PREPARACIÓN DE LA SEMENTERA. 


El barbecho profundo y el arado de subsuelo si no practican en la primavera tienen por resultado la disminución do las cosechas,  y muy especialmente si este trabajo se hace poco antes de las siembras. 
Al voltear la tierra, como hemos visto, el aire y la materia vegetal se mezclan y la acción capilar, de que hablaré más adelante, queda interrumpida. 
El barbecho de Otoño (Octubre o Noviembre) se hace a una profundidad de veinte a veinticinco centímetros, o más si es posible y durante los cuatro o cinco meses que media entre el barbecho y siembra, la vegetación que se enterró con el arado sufre una completa descomposición y se convierte en humus, y la acción capilar con el subsuelo se restablece. 
Este trabajo es desempeñado por la Naturaleza. La acción de las lluvias y del sol y otros agentes trabajan asociadamente para realizarlo. 
El trabajo del barbecho profundo se hace antes de que las lluvias o el agua del riego humedezca las tierras. 
En los primeros días de la primavera, después de las lluvias o cuando hemos regado nuestros campos procederemos a preparar las sementeras. 
Tan pronto como el calor y la humedad hacen nacer las hierbas o bien cuando es el tiempo de sembrar el maíz, comenzaremos los referidos barbechos. 
Estos son lo mismo que los barbechos de otoño con la diferencia de que sólo se hacen a la mitad de la profundidad alcanzada en otoño, es decir si hemos barbechado a una profundidad de veinte centímetros en octubre, le daremos al arado una profundidad de sólo diez centímetros con la ayuda del medidor como lo hemos visto en el capítulo respectivo. 



Barbecho superficial para preparar la sementera. Trabajos hechos al comenzar la primavera. 


Con este "barbecho se destruyen muchas hierbas que brotan en las primeras lluvias al mismo tiempo que se aerean las tierras. 
El costo de este barbecho es aproximadamente la mitad del costo para el barbecho de otoño, porque siendo tan superficial, un operario puede recorrer el doble espacio que el asignado en octubre o noviembre. Téngase especial cuidado de medir la profundidad del surco con ayuda del medidor, para tener la seguridad de que sólo la mitad de la capa de tierra ha sido removida y la otra mitad ha quedado firme y compacta. 
Las tierras que han sido barbechadas en otoño pueden estar listas con más oportunidad en la primavera. 
La adjunta ilustración es de una sección de terreno que ha sido barbechado en otoño. 

Preparación de la sementera: En un lado la tierra removida por el arado en el otro la tierra aún compacta, en el centro el surco de diez centímetros de profundidad en donde se ve la acción capilar establecida por la naturaleza. 
Como se ve en la ilustración anterior, el arado rompe la capa de tierra y destruye la condición capilar del suelo, y siendo este estado absolutamente indispensable para la vegetación,  es preciso poner las tierras en el mismo estado en que estaban antes de este trabajo, con lo que seguimos el ejemplo que nos da la naturaleza. 
Habrá quien haga esta observación: ¿Si se ha de dejar las tierras como antes estaban, no es mejor dejarlas sin barbechar con lo que se economiza trabajo? 
A esta observación que en muchas de mis conferencias me ha sido hecha, diré que al preparar los suelos para las siembras debe tenerse en cuenta lo que se dijo al principio del capítulo que se ocupa del barbecho que el objeto De voltear las tierras es el de aerearlas, de poner en libertad algunas substancias que  forman el alimento de las plantas de tal suerte que sean solubles en el agua que es la única condición en que pueden entrar en las raíces. 
Se recordará también que hemos dicho que al aerear las tierras se disipan las substancias nocivas dejadas en el suelo por las hierbas o las cosechas anteriores. 
Una piedra tomada de un suelo muestra por medio de un análisis químico, tener tanto alimento para las plantas como el suelo en donde se encuentra y dará igual contingente por unidad con tal que so le ponga en condiciones por medio de la aeración, con lo que se  consigue pulverizarla. 
Los suelos se encuentran en varios estados entre la roca y el polvo fino de que se componen las tierras. 
Nuestro objeto al trabajar nuestras tierras para sembrar maíz es reducirlas a la condición de polvo fino, y  como hemos visto,  la naturaleza nos ayuda en esta obra de una manera potente. 
Cuando las tierras han sido barbechadas en el otoño, las heladas de invierno y la expansión del agua en el suelo, hace  reventar las pequeñas rocas en millones de partículas pequeñísimas, que encierran cantidades igualmente pequeñas de agua.  
El sol y los vientos son poderosos factores que trabajan en conjunto con el hombre.
 


LOS IMPLEMENTOS NECESARIOS PARA PREPARAR UNA BUENA SEMENTERA. 
El agricultor de hoy tiene en su  servicio herramientas modernas que lo ponen en condiciones de preparar  sus tierras de modo que le den mayor seguridad de obtener mejores resultados de sus trabajos. 
Los implementos más importantes para la sementera son los siguientes: 
LA RASTRA DE DISCOS. 
LA EMPACADORA DE SUBSUELO. 
EL RODILLO. 
LA RASTRA DE PUNTAS. 
Estos  implementos representan un papel muy importante en los trabajos modernos de agricultura y aunque son conocidos,  hace mucho tiempo, la manera de usarlos con propiedad es relativamente de época muy reciente debido a la nueva  orientación que se ha dado a la agricultura. 
Con  estos cuatro implementos  el agricultor puede preparar sus tierras de modo que vuelvan a quedar como la naturaleza lo pide y la ciencia lo aconseja. 
Por este medio artificial, vuelve a establecerse la capilaridad, que el disco rompió, haciendo un suelo firme, evitando  la evaporación. 

LA RASTRA DE
DISCOS 
Después de barbechar nuestras tierras, según se dijo en el capítulo anterior, debemos proceder a empacarlas, y esto se consigue por medio de una serie de trabajos que se enumeran en seguida. 
Antes que las tierras se venteen por haber sido barbechadas, se usará de la rastra de discos, que es el implemento ideal para este trabajo.  
Hay dos clases de rastras, una rígida como la que se ve en este grabado: 



Rastra de discos que no debe faltar en ninguna finca. 
En tierras planas quo han sido bien preparadas esta rastra da magníficos resultados. 
Las ventajas que ofrece esta rastra sobre ]a rastra de resortes de que se habla en seguida son: que son menos costosas, que su peso es menor y su sencillez la hace recomendable para las fincas que tienen sus tierras planas y bien trabajadas con el arado, es decir, que no hay surcos muy pronunciados, porque en este caso la rastra sólo van pasando por los lomos de los surcos dejando las cavidades sin remover o pulverizar. 
Las rastras de resortes son buenas para todas las tierras, porque se adaptan a la configuración de los suelos y por consecuencia no dejan un sólo pedazo de tierra sin remover o pulverizar. 
Además puede regularizarse la profundidad que se desee dar a los discos de acuerdo con la condición de las tierras o la naturaleza del trabajo. 
La siguiente es una ilustración de las rastras de resortes: 


Rastra de resortes que pueden adaptarse a todos los suelos. 


Las rastras rígidas giran siempre sobre los discos que les sirven de ruedas y no hay manera de graduar la profundidad que se desee dar a los discos en tanto que esta rastra de resortes está provista de ruedas que sirven para transportar el implemento. Así se evita un desgaste inútil de los discos. 
Esta rastra sin embargo requiere más fuerza por ser un poco más pesada que la rígida y su costo  es mayor. 



CAPITULO TRECE. 
LA SEMENTERA. 


El suelo se ha removido a una profundidad de diez centímetros con el arado al barbechar en la primavera y para evitar pérdidas de humedad en seguida usaremos la rastra de discos de modo que cruce el suelo en sentido perpendicular de la dirección que sigue el arado de disco. 
Con otras palabras: si el arado de disco cruzó el campo de norte a sur por ejemplo, la rastra debe seguir la dirección de oriente a poniente, de este modo se cruzan los surcos en un ángulo recto. 
Se le puede dar a la rastra de discos la inclinación que sea necesaria según las condiciones en que se encuentre el suelo. 
Esto se consigue con el uso de las dos palancas de que está provista. 
A medida que mayor inclinación se da a los discos mayor cantidad de tierra voltean. 
La manera más eficaz que he encontrado para el uso de este indispensable implemento es como se ve en el grabado. 
La primera vuelta que se da con las rastras de discos parte de los terrones se pulverizan, pero queda una tira de suelo duro como se ve en la ilustración. 
No obstante que las rastras están provistas de un disco en el centro para destruir esa cinta que se ve, este trabajo no lo realiza en la primera vuelta. 
La segunda vuelta se hace siguiendo la primera, es decir, se hace pasando dos veces por el mismo sitio como se ve en la ilustración. 
Al pasar la rastra segunda vez por la tierra que se va a preparar, deja completamente pulverizado todo el terreno y la tierra que había dejado la 
rastra anterior sin remover, queda igualmente pulverizada. 



En la primera vuelta deja un surco duro, que debe pulverizarse con otra vuelta, 
Pasando la rastra de discos segunda vez por la cinta de terreno que se comienza a preparar. 


La tercera vuelta la dará la rastra colocando la mitad de los discos en la tierra ya removida por la vuelta anterior y la otra mitad en la tierra nueva sin remover y así se continúa el trabajo hasta el fin, con lo que se consigue darle una doble disqueada a todas las tierras como se ve en seguida. 
Después de la doble disqueada no queda un sólo espacio sin remover y quedan las tierras completamente protegidas contra los rayos del sol. 


Las tierras rastreadas con dobles discos quedan en muy buenas condiciones de pulverización, con lo que se evita la evaporación de la humedad 





IMPORTANCIA QUE TIENEN LOS TRABAJOS DE LA RASTRA PARA REDUCIR LA EVAPORACIÓN. 
Para demostrar la influencia que estos trabajos tienen con relación a la humedad, dejé unos trozos de tierra sin rastrear, para demostrar la marcada influencia que tiene este trabajo. 
En tierras dejadas sin rastrear la humedad se evaporó en dos semanas dejando una capa de suelo casi seco a una profundidad de doce centímetros, aumentando esta sequía en pocas semanas a una profundidad de veinte centímetros, en tanto que en las tierras rastreadas la única zona seca era la removida por la rastra de discos, pero inmediatamente después de esta capa que no alcanzaba una profundidad de cuatro a cinco centímetros, la tierra estaba completamente húmeda de tal modo que tomando un puñado de tierra y apretando la mano se hacía una maza compacta por efecto de la humedad. 
Cual es la razón de esta rápida evaporación? 
La respuesta está en el siguiente experimento: 
Demostrando objetivamente porqué la evaporación es más rápida en los terrenos compactos que en los rastreados. 
Póngase un pedazo de tierra compacta en una mano y un poco de tierra suelta en la  otra. Póngase un carbón encendido en ambas manos y espérense unos cuantos minutos. 
Se nota después de algunos minutos que el calor se transmite a la mano en donde está la tierra compacta, mientras que en la otra mano el calor apenas es perceptible después de mucho tiempo. 
Una simple reflexión sobre este experimento nos da la medida de lo trascendental que es el uso de las rastras de discos que protegen la humedad contra los rayos del sol. 
En los campos, el sol produce el mismo efecto en los suelos que los carbones encendidos producen en las partículas de tierra que se tienen en las manos, en la tierra compacta la acción del calor se trasmite a la tierra adyacente a esta capa y se produce una rápida evaporación en tanto que en la tierra floja este calor no se trasmite muy fácilmente de donde resulta que no hay razón para una activa evaporación. 
Grabado que muestra una sección de tierra que se ha dejado sin barbechar después de una fuerte lluvia. La acción del sol se ve en las grietas que se forman en el suelo. Si se barbecha esta tierra en estas condiciones se hacen grandes témpanos. 


 


Este grabado representa dos porciones de tierra: La de la izquierda ha sido barbechada en tiempo oportuno,  es decir antes de que las tierras hubieran adquirido la condición que muestra el grabado anterior y el montón de la derecha fue trabajado después que el sol había agrietado el suelo. Nótese el efecto del trabajo oportuno: Una parte está muy bien pulverizada,  que es la forma debida y la otra está llena de terrones y es la forma impropia. 



El autor dando una conferencia sobre la aplicación de la rastra en el cultivo de las tierras 



LA ACCIÓN CAPILAR EN LAS SEMENTERAS 
Después de rastrear  nuestras tierras con las rastras de discos tenemos una capa floja de unos diez a doce centímetros y tenemos que aplicar algún procedimiento para hacer esta capa compacta y firme para restablecer la acción capilar en el suelo. 
Las tierras que se araron en el otoño hemos visto que se han hecho compactas (se ha establecido la acción capilar) en el curso de varios meses; pero en los trabajos que estamos actualmente haciendo no es posible depender de la ayuda de la naturaleza porque este procedimiento es muy dilatado y es el tiempo de la siembra No hay tiempo que perder. Hay que apelar a un medio artificial para establecer la condición que exige la naturaleza para darnos todo lo que su inagotable generosidad puede proporcionar a la humanidad cuando se estudian y obedecen sus leyes. 
En esto consiste esencialmente el procedimiento moderno de la agricultura, en forjar ese eslabón que falta en el encadenamiento de nuestros trabajos. 
Dándole a este trabajo la atención que se merece atacamos la parte mas débil de nuestro sistema de cultivar las tierras. 
Al tratar de la  semilla dijimos que la parte más débil estaba en descuidar la vitalidad del embrión y que no hay cadena que sea más fuerte que el eslabón más débil, ahora tenemos que repetir lo mismo respecto de la preparación de las sementeras. Si se quiere tener todo el resultado que debe esperarse de los trabajos del campo, póngase una semilla sana y vigorosa en un terreno bien preparado. 
Ya hemos visto que de los cuatro implementos para la preparación de las sementeras la rastra es la primera en usarse. Ya hemos visto el papel importantísimo que representa para la perfecta preparación de las tierras. 
Ahora vamos a ver otro implemento que no es tan familiar como el anterior. Este es: LA EMPACADORA DE SUBSUELO. 
Para hacer compacta la tierra en donde se va a depositar la semilla, tenemos que usar algún medio artificial para realizar en un momento lo que la naturaleza hace en varios meses. 
Tenemos que usar la empacadora de subsuelo. 
Varios modelos han sido ideados para este fin tan trascendental. 
Hasta ahora se ha usado solamente el rodillo, para aplanar las tierras pero este procedimiento deja mucho que desear, toda vez que sólo comprime el 
suelo sin reducir los espacios que median entre la tierra removida y el subsuelo dejando enteramente aislada la capa de tierra arada, como se verá en el capítulo de demostración capilar. 
Pero si antes de emplear el rodillo usamos un implemento que reduzca los espacios que median entre la capa arada y el subsuelo y que son la natural consecuencia debido al aire que se introduce y a la materia vegetal que se voltea, entonces habremos producido una condición que se acerca mucho a la perfección. 
Presento aquí varios modelos de empacadora de subsuelo que se han inventado y daré a conocer el resultado que he obtenido. 
Esta empacadora es muy eficaz para dejar la superficie con pequeños surcos que previenen la velocidad de los vientos cerca del suelo. 
La capa de suelo pulverizado sirve de protector a los tubos capilares que se forman en el suelo. 
Además esta empacadora rompe los terrones en vez de sepultarlos solamente como sucede a veces con el rodillo. 
En algunas tierras no es bastante con romper los terrones y empacar la tierra en la parte superior, es indispensable penetrar un poco más profundo para reducir los espacios de aire y mezclar bien la materia vegetal que impide la ascensión de la humedad, como se demostrará después. 
Un hecho casual me puso en las condiciones de estudiar este punto. 
Lo referiré en pocas palabras: 
En una de mis fincas observé el siguiente hecho: una tierra que estaba destinada para un experimento de selección de semillas y que por consiguiente era objeto de mi atención constante, fue preparada con el disco y el día destinado para la siembra de determinada semilla de maíz  fui personalmente a hacer la siembra, cuando me encontré que un pastor por descuido tenía cincuenta cabras en las tierras que iba yo a usar. 
 
Un modelo de empacadora de subsuelo que desbarata los terrones en vez de sepultarlos únicamente. 
Hice que las sacaran de allí pero no sin que los animales hubieran pisado las tierras dejando muy marcadas huellas. 
No teniendo por el momento más tierras dispuestas para mis estudios de semillas, hice pasar un rodillo para componer lo que los animales habían descompuesto y quedaron listas con las visibles huellas de las cabras. 
Hice mis siembras y con sorpresa observe que las milpas sobresalían en los lugares en que las cabras habían andado. 
Con este dato al siguiente año, dejé con estudiado plan, una hectárea preparada común y corriente y la otra hice que unas cabras recorrieran en varias direcciones para que fuera uniforme la acción de las pisadas de los animales. 
Después de esto pasé los rodillos en los dos lotes e hice las siembras en las mismas condicionen en los dos lotes con la única diferencia de haber tenido las cabras en un lote y en el otro no. 
La diferencia fue muy marcada en favor del lote que llamaremos empacado por los pies de las cabras. 
Este experimento lo ensayé al tercer año en mayor escala, con igual maravilloso resultado y entonces comprendí que la casualidad me había hecho dueño de un verdadero descubrimiento. 
Lo di a conocer por la prensa de entonces y recibí la primera invitación para ir a los Estados Unidos en donde me relacioné con personas  eminentes en el ramo de agricultura a quienes di a conocer mis trabajos. Puedo decir con satisfacción que mi pequeño contingente contribuyó a la organización de varios congresos agrícolas de que he sido Presidente Honorario. 
Hecha esta pequeña digresión de la historia de mis trabajos pasemos a ver cómo puede realizarse esta condición de una manera práctica y sistemática. 
Una simple reflexión da una idea del significado y trascendencia de este principio. 
La Naturaleza ha almacenado en el subsuelo y mediante siglos una grande existencia de humedad. Año tras año las lluvias reponen las pérdidas que hay por filtración y evaporación. 
Ahora bien, el espíritu de la agricultura moderna es utilizar los recursos maravillosos e inagotables que están al alcance de todo agricultor que con noble ambición pone en juego sus facultades y su común sentido para tener las leyes naturales a su servicio. 
Con muy pocas lluvias o con pequeña agua de irrigación se pueden obtener abundantes cosechas. 
Para esto hay que girar contra los depósitos de la naturaleza lo mismo que giramos contra un banco en donde tenemos existencias en efectivo. 
De este modo la pequeña cantidad de lluvia sólo viene a ayudar a que la planta realice sus funciones sin interrupción o contratiempo. 
Si conseguimos que la humedad del subsuelo suba hasta el dominio de las raíces, las plantas nunca carecen de la humedad suficiente para su completo desarrollo. 
En el caso de las cabras que empacaron el suelo, la humedad subió hasta la sementera del mismo modo que el aceite de una lámpara sube por la mecha, o lo mismo que el agua sube en un terrón de azúcar que se pone en contacto con el agua,
porque los pies de los animales redujeron los espacios establecidos por el disco, y la tierra removida se puso  en contacto con el subsuelo y el agua subió, lo mismo que el aceite de la lámpara. 
Pero en la imposibilidad de que este trabajo se haga con cabras u otra clase de ganado, he usado un implemento que responde muy bien al fin que se desea. 
He usado varios modelos pero para la mayoría de las tierras de México, siempre que no sean muy barrosas, la empacadora de subsuelo que se ve en este siguiente grabado me ha dado muy satisfactorios resultados. 
Las quejas que he escuchado en contra de esta empacadora son más bien nacidas por la falta de pericia en el manejo que por su propia construcción. 
Me explicaré: la misma forma del implemento indica su objeto como se ve en seguida: 



 
La empacadora de subsuelo que sirve para establecer la conexión entre la tierra arada y el subsuelo, haciendo que por este medio la humedad no encuentre la interrupción de los espacios de aire y pueda subir hasta el dominio de las raíces, cuya condición se obtiene usándola convenientemente. 
Como se ve las llantas de las ruedas tiene una forma de V y esto permite que las ruedas penetren hasta el fondo del barbecho en donde los espacios de aire se reducen así como la materia vegetal se hace más compacta y se establece el contacto, que es el efecto que hacen las pezuñas de las cabras en el experimento que referí al principio. 
Para producir el mismo efecto es preciso usar este implemento siguiendo varias direcciones y no solamente una como he sabido que hasta ahora se ha usado a cuyo defectuoso medio se debe sin duda los resultados poco perceptibles que muchos han obtenido. 
Debe como digo. usarse este implemento siguiendo varias direcciones por ejemplo de Norte  a Sur,  después de O. a P.  después de NE. a SE., etc., como lo indica este diagrama: 
 
Direcciones que debe seguir la empacadora de subsuelo para que dé los mejores resultados. 
Como se ve en los diagramas el implemento al pasar por el suelo en distintas direcciones hace líneas que marcan en donde están unidos el suelo arado y el subsuelo y se produce con las ruedas el mismo efecto que con los pies de los animales del experimento. 
Por esta infinidad de líneas se establece la corriente ascendente del agua y es como si se dijera que el suelo arado está bombeando la humedad 
 
Las huellas que deja la empacadora de subsuelo siguiendo las anteriores direcciones. 
Véase el implemento en acción: 
 
La empacadora de subsuelo, como se ve la forma de las llantas permiten penetrar hasta donde está el subsuelo realizando la condición deseada. 
Este implemento debe usarse sobre la misma tierra que se ha preparado con la rasta de discos y si es posible debe procurarse que este implemento siga inmediatamente a las rastras, que es como he obtenido los mejores resultados, aún en los terrenos más escasos de lluvia. 


 
Como se ve la empacadora sigue inmediatamente a la rastra de discos para evitar que las tierras pierdan la humedad del subsuelo. En la ilustración se ve adelante la rastra discos. 


Este implemento es tan sencillo de manejarse y al mismo tiempo es  tan ligero de peso, que un operario puede empacar a razón de cinco hectáreas a! día y con un costo de 25 centavos por hectárea,  porque solo necesita de dos mulas  para hacer el trabajo. 
Estos cálculos están basados, como los anteriores, en los más altos jornales pagados hasta ahora en México. 
Cuando es necesario que la empacadora penetre más profundo, se puede poner un objeto pesado, para lo cual tiene un lugar especial. Esto por supuesto depende de las condiciones del suelo. 
USO QUE DEBE HACERSE DEL RODILLO. 
Inmediatamente después de empacado el subsuelo, como se ha dicho, se procederá a empacar la parte superior del mismo, lo que se consigue es e! uso del rodillo. 
Con este implemento se consiguen dos objetos, primero romper los terrones que se han substraído a la acción de la rastra y de la empacadora y después la de empacar la parte superior del suelo. 


 
El rodillo que debe usarse después de la empacadora de subsuelo para que la acción capilar llegue hasta el dominio de las raíces- 


Con lo que se consigue que la humedad suba hasta arriba. 
Como el rodillo tiene un tamaño de 2.55 centímetros de ancho, abarca una zona muy grande de donde resulta que el trabajo se hace en poco tiempo. El costo de este trabajo es de  25 centavos por hectárea. La misma observación debe hacerse si se desea mayor presión para empacar las tierras, póngase un peso adicional. 
USO QUE DEBE HACERSE DE LA RASTRA DE PUNTAS
Con el trabajo del rodillo conseguimos que la humedad suba hasta la superficie, pero como por la acción de los rayos solares y los vientos, en este punto la evaporación es muy acentuada, debemos ahora procurar que sólo una capa de una o dos pulgadas esté constantemente floja y para conseguir este estado ningún implemento es más apropósito que la rastra de puntas. 


 
Rastra de puntas que debe usarse para establecer una capa de tierra floja que protege la humedad contra los rayos del sol. Es como un tapón en una botella. 


El efecto de esta rastra es de mucha importancia porque de este modo se rompe la acción capilar en el punto en que la humedad puede perderse en la atmósfera, es decir, rompe el tubo capilar en el momento de la descarga. Me valdré de una figura más gráfica: con la rastra de puntas ponemos un tapón en la botella para evitar que el líquido se derrame. 
La rastra que se ve en la figura lo mismo que todos los implementos que se han visto aquí están provistos de asientos para los operarios. Llamo la atención sobre este particular porque tiene algún significado. 
En primer lugar el trabajador puede desempeñar mayor cantidad de trabajo cuando va sentado y con comodidad que cuando va andando entre el barbecho. 
Esto es sumamente fatigoso. Un hombre no puede recorrer una gran distancia sin agotarse en poco tiempo, lo que es en contra de los intereses del dueño de la finca. 
Así es que al facilitarle al operario las comodidades necesarias no sólo se obra de acuerdo con los principios humanitarios sino que se defienden los intereses porque se pone al trabajador en condiciones de desempeñar más y mejor trabajo,  que es el espíritu de la moderna agricultura. 
Debemos tratar a los operarios como nuestros socios. Así se les puede exigir más eficacia, más actividad. 
En mi larga experiencia del trabajo del campo, he visto que las quejas de los hacendados respecto a los trabajadores, no es siempre el más culpable el trabajador de los defectos que se le imputan, de falta de ambición, de indolencia,  de otros muchos defectos, es más bien el rico hacendado; el amo,  que jamás consulta la felicidad de sus trabajadores sino que sólo ve las mayores utilidades que puede tener a costa de los peones, cuyos jornales son tan miserables que los pone en la condición de preferir un caballo y un rifle para ganar más jornal.  Esta es una de las causas que ha dejado los campos desiertos y engrosado los ejércitos de la rebelión. 
Por esto y otras causas que se estudiarán en el curso de esta obra, se ha visto por los rebeldes, que es más lucrativo el saqueo que el trabajo del campo. 
Por eso abandonan el arado para empuñar el 30-30. 
Como este libro está dedicado a estudiar los problemas más importantes que en la actualidad tiene que resolver nuestro país y de los que depende el futuro de nuestra nacionalidad, no dejo pasar ninguna oportunidad para ir apuntando los males que debemos corregir. 
Así es que no debe tomarse esta digresión como incongruente. 
El costo de los trabajos de rastra de dientes es el mismo que los anteriores, es decir, de 25 centavos por hectárea. 
En resumen: la forma en que se deben usar estos cuatro implementos para hacer una sementera perfecta, es el que se ve en el grabado siguiente: 


 
Manera de usar los cuatro implementos para hacer una sementera perfecta. Primero está la rastra de discos, en seguida la empacadora de subsuelo, después el rodillo y por último la rastra de dientes. 



COSTO DE LA PREPARACION DE LA SEMENTERA 
Doble disquéo con rastra de discos, (jornal y forrajes)  $  0.70 
Empaque de subsuelo (jornal y forraje)  $  0.25 
Rodillo, empaque de la superficie (jornal y forraje)  $  0.25 
Rastra de dientes (jornal y forrajes) $  0.25 
Costo total de la cementera   $  1.45 
UN PESO CON CUARENTA Y CINCO CENTAVOS 
Respecto a los resultados que he obtenido con estos métodos, tengo infinidad de artículos de periódicos producidos por personas que han visitado mis fincas y si hago referencia en este libro a estos datos no es por vana ostentación, sino para animar a los que lean estas líneas que pongan en práctica los métodos que han pasado del estado de experimentación y entrando de lleno en el período de aplicación práctica, sistemática y comercial.

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