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viernes, noviembre 18, 2011

Capilaridad del Suelo



CAPITULO CATORCE.
DEMOSTRACIÓN GRÁFICA DE LA ACCIÓN
CAPILAR EN EL SUELO.


Para  mejor entender el movimiento de la humedad en el suelo y para que el agricultor se dé completa cuenta de los procedimientos aquí explicados y pueda ponerlos en práctica de una manera inteligente, en el presente capítulo voy a demostrar de una manera gráfica la ley de la capilaridad de que he hecho mención varias veces en el curso de los capítulos precedentes.
Maxwell explica la capilaridad diciendo: Un tubo de un diámetro tan pequeño que sólo admite que pase por él un cabello (que en Latín es Capilla) se llama un tubo capilar.
Cuando este tubo del diámetro de un cabello abierto en sus dos extremidades se sumerge verticalmente en el agua, esta sube y permanecerá en  el tubo a mayor nivel que el agua de afuera.
La acción entre el tubo capilar y el agua se ha llamado acción capilar y este nombre se ha extendido a muchos otros fenómenos que según se ha descubierto dependen de ciertas propiedades de los líquidos y los sólidos semejantes a aquellas que hacen subir el agua en los tubos capilares.
Las fuerzas que contribuyen a la realización de este fenómeno son aquellas que obran entre partes vecinas de la misma materia y que se llaman fuerzas de cohesión, y las que obran entre partes de materia de diferentes clases se llaman fuerzas de adhesión.
Estas fuerzas son casi imperceptibles entre dos partes de materia separadas por una distancia que pueda medirse directamente. Es solamente cuando la distancia es sumamente pequeña cuando estas fuerzas se hacen perceptibles.
Se han hecho experimentos para determinar cuál es la mayor distancia a la cual estas fuerzas se hacen sensibles y se ha encontrado para varias substancias la distancia de 20/1,000 de milímetro.
Así explica la ciencia este fenómeno que nos debe importar mucho porque es una fuerza que hasta ahora no se ha aprovechado todo lo que debe ser.
Este fenómeno de capilaridad tiene lugar en los suelos y para mejor comprenderlo aquí presento el siguiente experimento:
Después veremos cómo esta misma ley tiene lugar en los suelos arados.
Dos tubos de cristal,  (tubos de lámpara) un poco de arena bien seca, un puñado de paja o de cualquiera otra materia vegetal son los útiles necesarios para esta demostración que todos pueden comprobar para precisar esta ley que tanta influencia va a tener en la futura agricultura.
Se procede como sigue: Se pone en una de las extremidades de los tubos una pieza de género para que pueda retener la arena. Uno de los tubos se llena de arena procurando mezclarla con un poco de paja o materia vegetal y el otro se llena a la mitad con arena y se pone una capa de materia vegetal de una pulgada de grueso y después de hacerla un poco compacta se acaba de llenar el tubo con arena.
Estos dos tubos representan la condición en que quedan los suelos según los trabajos que se efectúan.
Uno representa el suelo ya empacado y la conexión capilar establecida entre el suelo arado y el subsuelo con la materia vegetal mezclada con la tierra; el otro representa el estado en que quedan los suelos después del barbecho en que la materia vegetal se voltea y queda en el fondo del surco separando la capa arada del subsuelo y aislando por completo estas dos zonas.
Pongamos estos dos tubos en una vasija con agua como se ve en el grabado y esperemos algunos minutos. Colóquense en ambos tubos unos granos de maíz u otra semilla cualquiera como se ve en el referido grabado.
Después de cinco o diez minutos el agua habrá subido a una altura aproximadamente igual a la que se ve en este grabado.


Dos tubos que representan la condición en que quedan los suelos después de darles los diversos  tratamientos.  Uno, el de la izquierda, representa el suelo empacado y la conexión capilar  establecida y el otro, el de la derecha, representa el suelo después del barbecho sin empacar.
Examinemos con atención este fenómeno que nos va a servir para asegurar nuestras futuras cosechas. Conociendo a fondo este fenómeno sabremos el porqué de los trabajos que hay que hacer en el campo para producir la condición que gráficamente estudiamos en el presente caso.



A los pocos minutos de haberse puesto los tubos en el agua ésta comienza a ascender en la arena por capilaridad, y alcanzará una altura como la que se ve aquí.
Tengamos un poco más de paciencia y observemos lo que pasa en los tubos. Aunque no con tanta violencia como al principio, el agua seguirá ascendiendo en uno de los tubos, (EL EMPACADO) y seguirá hasta llegar a la extremidad superior, en tanto que en el otro tubo, la humedad se detiene en la capa de aire y materia vegetal que hemos puesto para  representar la condición de las tierras que sólo se barbechan sin empacarlas.

En el tubo empacado o sea el de la izquierda, la humedad asciende hasta la extremidad superior debido a que la capilaridad está restablecida, ya sea por la acción del tiempo o por medios artificiales como se ha visto en el capítulo anterior, en tanto que en el otro la humedad no sube más arriba de donde esta la materia vegetal y el aire.


Como hemos visto en el capítulo anterior, el empaque de los suelos que se barbechan en el otoño, se realiza por medio de los agentes naturales, el sol, la lluvia, etc., cuyo proceso es lento y requiere varios meses para su realización. Pero cuando no se dispone del tiempo que la naturaleza necesita para hacer su trabajo, como sucede generalmente al agricultor, tiene que apelarse a los medios artificiales de que se ha hecho mención.
Si tenemos el cuidado de conservar estos tubos por algunos días, nos sorprenderá ver el siguiente hecho, que es la clave de todo el sistema que ha hecho una verdadera revolución en el mundo agrícola.
Como se recordará se pusieron en los dos tubos unos granos de maíz y después de unos cinco o seis días los granos del tubo empacado tendrá el aspecto del grabado siguiente:

Este grabado representa dos sistemas de agricultura. La agricultura del pasado y la agricultura del porvenir, una dependiendo del azar,  la otra girando contra las existencias que la sabia naturaleza ha depositado en el seno de la madre tierra para que con este jugo nutrir  a sus hijos, del mismo modo que el niño se nutre con el jugo que chupa del seno de la madre.

OTRA DEMOSTRACIÓN DE LA CAPILARIDAD
Tómense unos cubos de azúcar y póngase un poco de azúcar en polvo sobre estos cubos como se ve en el grabado.
Póngase en el plato en que se hace esta demostración un poco de agua y se verá que el líquido sube por capilaridad en los cubos pero no asciende en la azúcar pulverizada.
Para hacer más clara la demostración tíñase el agua con un poco de tinta o cualquiera materia colorante para que se haga más visible la ascensión.

En estas demostraciones están sintetizadas las leyes que debe observar el agricultor que desee aprovechar los inagotables recursos de la naturaleza, es decir que debe procurarse que la humedad, que una mano providente ha almacenado en la tierra, suba hasta el dominio de las raíces y proteger esta humedad contra los rayos del sol por medio de una capa suelta
En estos tubos de cristal y en los cubos de azúcar hemos visto como funciona el agua contenida en ellos, y la misma ley se aplica al funcionamiento del agua de las lluvias que caen en nuestros campos, el mismo fenómeno que hemos visto realizar en un reducido espacio,  se verifica en un pie, en un metro, en una hectárea y en todos los campos.
Como algunos agricultores creen que el cultivo esmerado de las tierras es muchas veces un gasto inútil y se conforman con sólo barbechar sus tierras y algunas veces creen que con pasar el rodillo han hecho todo lo que la tierra exige para producir buenas cosechas, voy a dar aquí algunas ilustraciones del estado en que quedan los suelos después do recibir algunos trabajos que enumeraré en seguida.
El efecto del barbecho con arado de disco así como con cualquiera otro arado de vertedera es de aislar la capa arada del subsuelo, por efecto del aire y de la materia vegetal que va volteando.
El siguiente grabado representa una corte seccional de las tierras que se han barbechado.



Como se ve los surcos que se van formando por efecto del barbecho van dejando en el fondo espacios ocupados por el aire que se introduce en la tierra así como de materia vegetal.


Cuando después del barbecho se hace uso únicamente del rodillo, las tierras dejan mucho que desear respecto a la condición de capilaridad de que venimos tratando.
El siguiente grabado representa una vista seccional del suelo en donde se ha pasado el rodillo después del arado.
Como se ve solamente se han emparejado los surcos que deja el arado sin reducir los espacios entre el suelo y el subsuelo.



Vista seccional de la tierra en que se ha pasado el rodillo después del barbecho. Nótese que el efecto es puramente superficial, porque solamente ha emparejado la superficie sin reducir los espacios   entre el suelo y el subsuelo.


El siguiente grabado representa una sección de tierra en que se ha usado la empacadora después del barbecho. Nótense los espacios de aire muy reducidos así como la materia vegetal bien comprimida con lo que se produce no sólo la conexión indispensable entre las dos capas, sino que la descomposición de esta materia vegetal se realiza con mas rapidez.



Vista seccional de la tierra en que se ha pasado la empacadora de subsuelo después del barbecho. Nótese el efecto de este trabajo en la reducción de los espacios entre las dos capas con lo que se consigue más rápida descomposición de la materia vegetal así como la conexión para hacer que la humedad suba sin interrupción.


Todos estos trabajos citados necesitan una correlación para que sean perfectos. En ninguno de los antes descritos se llenan todas las condiciones pues que adolecen de algunos defectos.
Si se establece el encadenamiento que he venido refiriendo en el transcurso de estos capítulos entonces se obtendrá una condición muy parecida a la que exige la naturaleza, como lo he dicho ya.
Haciendo los trabajos en el orden descrito, es decir de barbechar en primavera a una profundidad igual a la mitad de la que se usó en otoño, después rastrear las tierras con discos, en seguida empacar el subsuelo, y sin pérdida de tiempo empacar la parte superior del suelo, y aflojar una capa de una ó dos pulgadas en el orden que se indica.



La serie de implementos en el orden que deben usarse.


En esta forma los trabajos producen una condición en las tierras que es igual a la que se ve en el grabado.



Vista seccional de una tierra preparada convenientemente para producir una sementera ideal. Nótese que los espacios han sido notablemente reducidos por efecto del empaque de subsuelo. Nótese igualmente el efecto del rodillo que ha pulverizado todos los terrones, así como la acción de la rastra de puntas que afloja una capa de dos pulgadas para proteger la tierra contra los rayos solares.


Por último la ilustración siguiente muestra el aspecto de las tierras cuya vista seccional está representada en el grabado anterior.



Este es el campo en donde debemos librar las batallas económicas para resolver las cuestiones políticas. Mientras nuestros hombres públicos no se fijen en el principio fundamental que primero es "ser" y después "la manera de ser" nuestros campos en vez de presentar el hermoso espectáculo de este grabado, tendremos, no implementos que hacen centuplicar el trabajo del hombre, sino la mortífera máquina guerrera que destruye y que siembra la miseria y el exterminio. Campos limpios de vegetación pero cubiertos de cadáveres de hermanos.

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